22.8.16

Cook, Serve, Delicious! (o Cook, Burn, Repeat!, según el caso)


Cook, Serve, Delicious!, Vertigo Gaming Inc. (2013)

La elección de este juego se debe a dos motivos. Por un lado, este año tendremos una nueva entrega de esta pequeña maravilla; y por otro, sigue un poco la línea de lo que hemos discutido en entradas anteriores: temas como dónde está la frontera entre lo casual y lo hardcore o la existencia de un metajuego inherente al videojuego en sí.  

Cook, Serve, Delicious! se suele autodefinir y marquetizar como “Intense hardcore restaurant simulation”. Es básicamente eso: dirigir un restaurante, darle de comer a la peña y ganar cuanta más pasta mejor. Mi experiencia con simuladores es poco más que la justa como para poder comentar el tema: he jugado a Los Sims en PC, Theme Park en PlayStation, algún Harvest Moon, Rune Factory y Stardew Valley, por lo que no me voy a meter demasiado a analizar el juego en sí en relación a cómo se desenvuelve en este género.

El juego tiene dos partes bien diferenciadas, las cuales voy a enlazar con los dos temas a tratar.

La primera parte es, digamos, el micromanagement en sí, que es algo más casual. Este aspecto de los juegos parece caer siempre en un grupo concreto, o bien es considerado como algo presente en juegos casual, como en Los Sims u otros simuladores, o bien está integrado en juegos RTS como StarCraft, considerado el otro lado del espectro. En CSD! este aspecto tiene un rol más bien secundario, aunque influye directamente en la segunda parte del juego. Aquí, en esencia, compraremos platos nuevos y/o útiles de cocina, leeremos los e-mails que nos llegan y prepararemos el menú para el día siguiente. Comprar platos y herramientas es algo que se explica por sí solo. Leer los e-mails nunca está de más porque te avisan del tiempo que va a hacer (si llueve hay algunos platos que tienen más éxito) y de si tienes alguna apuesta, inspección sanitaria u otro evento específico (como que un famoso reserve mesa). Preparar el menú es exactamente eso, seleccionar los platos que vas a incorporar al día siguiente, que es donde la parte del micromanagement tiene más presencia: cada plato tiene su preparación, sus pros y sus contras. A la hora de crear un buen menú tienes que tener en cuenta bastantes cosas: algunos platos como el pescado huelen mucho y atraen a las ratas, no puedes poner demasiadas grasas en el menú, habrá platos que generen más basura, etc. Todo esto resulta luego en un parámetro llamado buzz, que es una aproximación de los clientes que vas a tener; a un mayor buzz, más clientes.

La segunda parte, que viene a ser el día a día en el restaurante, es donde el juego puede volverse algo más hardcore. Tendremos que preparar personalmente todas las comidas del menú y realizar las diversas tareas de mantenimiento que surjan en el restaurante (fregar platos, tirar basura, etc.), todo ello a una velocidad considerable ya que los clientes suelen tener poca paciencia. Cada plato tiene una preparación concreta, es decir, cada plato es una especie de minijuego distinto. Dentro de cada plato, cada cliente querrá una preparación específica (sin queso, con salsa, etc), por lo que del mismo plato pueden derivarse tres, cinco o diez preparaciones distintas. Como es normal, el cliente querrá los platos sin ningún ingrediente de más o cocinado en su punto, por lo que si te equivocas en algo, además de que te cortará la racha de bonificación, podrá repercutir de forma negativa ese día o en el buzz del siguiente. Mientras preparas los platos, tendrás que apañártelas para realizar las tareas del restaurante: fregar, limpiar el baño y varias cositas más que añadirán estrés y velocidad a la partida. En menor medida, hay otros eventos que pueden ocurrir mientras tanto, como que entre un ladrón, que venga un famoso o que tengas que darle Me Gusta a las fotos que suben tus clientes en las redes sociales. En resumen, hay muchas cosas que hacer y poco tiempo para hacerlas, por lo que el gameplay en general suele ser muy rápido y no te dará ningún respiro. Resta añadir, como colofón, que hay “horas punta” en las que el tráfico de clientes es mayor y el tiempo para servirlos es menor.

Lo que a primera vista parece un juego más orientado al público casual en realidad es un juego que exige concentración, precisión y velocidad por parte del jugador. Tiene una curva de aprendizaje considerable y te pide práctica a la hora de hacer los platos y combinarlos entre sí en el menú, porque una vez hayas aprendido a hacer un plato tienes que tener en cuenta que hay otros en el menú y que no te los van a pedir de uno en uno. Aquí es donde entra el concepto del metajuego. Es decir, tú tienes la opción de crear las partidas a tu gusto casi por completo. Eres tú el encargado de decidir qué platos poner en el menú y cuáles no. Estos platos se pueden mejorar, por lo que podrás cobrar más dinero por ellos, pero la ejecución será más difícil y la variedad de ingredientes será mayor, por lo que los clientes serán más específicos a la hora de pedirlos. Esta especie de personalización queda en tus manos, ya que el fin es acabar los días y conseguir dinero, pero el juego no te dice en ningún momento que no puedas usar los mismos platos todos los días (claro que, como es natural, la comida caduca y servir comida caducada está feo). Hay otras posibilidades y útiles para hacerte la vida más fácil o más difícil: puedes comprar cestitas de pan para que los clientes tengan más paciencia, puedes invertir en un lavavajillas para que tengas que fregar menos platos o también puedes, por el otro lado, hacer apuestas que te pedirán unos platos concretos y otras estipulaciones varias.

Todo podría resumirse en un conjunto de minijuegos dentro de un juego que está regulado por otro juego que, hasta cierto punto, puedes modificar a tu gusto. Esto, recordamos, a una velocidad y dificultad que si bien al principio no parece excesivamente preocupante, no dejará de crecer durante toda la partida. Visualmente es sencillo, pero agradable y detallado. El gameplay tiene elementos casual y hardcore por igual, y además del modo historia (por llamarlo de alguna forma) hay retos adicionales, desafíos semanales y algún que otro unlockable.

Un indie muy cuidado y una locura controlada que, dicen, palidecerá en comparación al futuro Cook, Serve, Delicious! 2!! y de ser así, mejor ir preparados.         

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