2.6.16

Comparaciones sin sentido (o el marketing mal hecho)


El periodismo dentro del mundo de los videojuegos es un terreno hostil y fangoso, que aunque no siempre, en muchísimas ocasiones falla por completo al transmitir la intención del producto en sí. Por un lado, un videojuego no deja de ser algo que funciona de forma similar a la música o al cine. Existe una base teórica previamente fijada en lo que se espera del producto y en relación a esto, puede hasta cierto punto ser criticado positiva o negativamente. Por otro, no hay realmente un modelo preestablecido sobre lo que está bien o está mal dentro de un juego. No hay un límite estricto en el que podamos decir “esto es o no es un videojuego”, prueba de ello son los debates sobre videojuegos como Firewatch o The Stanley Parable que podrían ser calificados también de 'experiencias narrativas interactivas'. Mucho menos, dicho modelo está limitado a un título en concreto (o varios de ellos). Esto quiere decir, que una vez más, la contextualización del producto es en parte necesaria para poder juzgarlo. Por ejemplo, si Super Mario Bros. sigue siendo los cimientos para muchos juegos de plataformas, parte de los motivos de esto son la época en la que salió al mercado y la relación (o no) que tenía con la competencia, qué hizo el juego y qué no, además de cómo el juego entendió el concepto del plataformeo. En esencia, comparar juegos que pertenecen a géneros distintos no ayuda ni facilita una crítica constructiva o reseña sobre el producto sino que lo dificulta. Incluso dentro de un propio género, existen multitud de subgéneros, como ocurre con el RPG: RPG por turnos, RPG táctico, Action-RPG, etc.   

Esto nos lleva al siguiente punto: el marketing del videojuego. No soy un experto en el tema ni de lejos, pero últimamente hay un cierto patrón sobre el que me gustaría comentar: las comparaciones. Comparar un juego con otro parece una forma sencilla y rápida de intentar acercar el producto a otro sector demográfico, o al menos en teoría. Pero, ¡ya hemos establecido antes que esto dificulta una crítica objetiva, incluso si pertenecen a un género similar! Técnicamente, ya que te estás apoyando más en otros títulos previos que en el título que estás analizando en sí. ¿Tiene sentido? Lo tiene en cuanto al marketing, precisamente por eso, porque estás utilizando otro juego distinto para vender el juego en cuestión. Es decir, ¿cuántos videojuegos han sido definidos como “clones de Zelda”? ¿O como un "Metroidvania"? Si comparas tu juego con Legend of Zelda, en este caso, puedes conseguir interesar a todo aquel que haya jugado a este juego y le haya gustado; lo cual es muy probable.

Como es de esperar, los videojuegos no son productos aislados los unos de los otros. Existe una cierta intertextualidad entre ellos; influencias, inspiraciones, conceptos, etc. Lo cual tiene sentido también, ¿no? Por tanto, es normal que se comparen juegos entre sí, ¿no? No es del todo difícil analizar un videojuego y darte cuenta de qué otros juegos han jugado un papel importante en el desarrollo del mismo. Lo que es realmente difícil es fracasar tan estrepitosamente al hacer comparaciones como lo están haciendo ciertas páginas que se dedican al periodismo de videojuegos. Y ahí es donde se ve qué tipo de marketing quieren darle al juego.

Todo esto se remonta al lanzamiento del Fire Emblem Fates, cuya campaña de marketing principal vendía el juego con la premisa, resumida, de que “si te gustaba Pokémon también te iba a gustar Fire Emblem, porque eran similares”. Fire Emblem es una campaña bélica dividida por capítulos cuyas batallas se resuelven con unas mecánicas características de los RPG tácticos. Pokémon se basa en la exploración y la interacción del jugador con un mundo habitado por criaturas que puedes capturar y entrenar para que luchen a tu lado en un sistema de combate muy complejo por turnos. Con esto quiero decir, es perfectamente posible que si te gusta Pokémon te guste Fire Emblem pero no porque los juegos se parezcan entre sí o no (cosa que no hacen, pero ese no es el objetivo del artículo) sino de las características individuales de cada juego que hacen que sea un buen producto. Pero también es perfectamente posible que si una persona, fan de Pokémon, lee este marketing y compra el Fire Emblem porque le han asegurado que la experiencia es parecida a la de Pokémon, pueda sentirse engañada al descubrir que no lo es, independientemente de si le gusta o no, ¿no crees?

Avancemos un poco más, al futuro lanzamiento de la próxima entrega de Monster Hunter. El titular de una página web de videojuegos es el siguiente: “Es como Dark Souls pero con Pokémon”. Una vez más, el objetivo no es el de señalar la extensa lista de problemas que tengo con esta frase en sí, mucho menos con dicho artículo al completo. Cualquiera que haya jugado a Dark Souls, Pokémon o Monster Hunter te diría lo mismo.

Si estás promocionando un juego nuevo en el mercado, puedes permitirte las comparaciones, siempre que tengan sentido. Como he dicho, no voy a señalar por qué las comparaciones con los juegos que han mencionado no tienen sentido alguno, sino por qué estas comparaciones no tienen sentido en sí. Estamos hablando de Fire Emblem y Monster Hunter, sagas que llevan en el mercado desde 1990 y 2004 respectivamente. A Fire Emblem lo comparan con Pokémon y Monster Hunter con Dark Souls, ¡títulos posteriores a los juegos a los que supuestamente se parecen! No es que Monster Hunter se parezca a Dark Souls, más bien sería Dark Souls el que se pareciera a Monster Hunter, en el caso de que se parecieran en un primer momento.

Y lo que es más, dado que estas sagas llevan tantos años en el mercado (más incluso que los juegos con los que son comparados), ¿es necesario recordar a qué juegos se parecen? Estamos de acuerdo en que ni Monster Hunter ni Fire Emblem han tenido el éxito comercial que han tenido Pokémon y Dark Souls en occidente (en Japón ambas sagas son superventas), pero para nada son títulos desconocidos para el público precisamente. Si estuvieras promocionando un juego indie o un título nuevo de una franquicia nueva, establecer una comparativa con otros juegos puede funcionar siempre que se escriba con cierta base y pudiendo demostrar lo que estás diciendo. Puedes promocionar Enter the Gungeon, por ejemplo, comparando ciertas mecánicas del juego con The Binding of Isaac o Nuclear Throne, títulos anteriores y más conocidos. Esta comparativa tiene sentido, ya que estás promocionando algo nuevo para el público y que, efectivamente, además de pertenecer al mismo subgénero que los otros juegos, existe una cierta inspiración por parte de los desarrolladores.

Las comparaciones pueden ayudar a dar a conocer el producto, siempre que puedas apoyar estas comparaciones y se especifique en qué aspectos se parecen dichos juegos. A la hora de analizar el videojuego, no obstante, necesitas mucho más que simplemente decir “Si te gusta Dragon Quest, igual te puede gustar Final Fantasy”.

2 comentarios:

  1. A mi no me pareció nada acertada la comparación entre Fire Emblem y Pokémon, porque realmente en el género no tiene nada que ver. Puedo entender que me compares Yokai Watch (e incluso Ni No Kuni) y Pokémon por basarse en explorar un mundo acompañado de criaturas y combatir contra ellas, siendo RPG's por turnos, pero de un RPG normal a un TRPG, creo que hay un camino un poco largo.

    Puede que a la gente le guste igualmente Fire Emblem, pero se darán cuenta que no tiene nada que ver con Pokémon.

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    1. En efecto. Quiero decir, cuando empecé a ver todo el rollo este de la campaña Pokémon=Fire Emblem tuve que preguntar a conocidos si iba en serio o si era algún tipo de coña interna o qué se yo.

      Ni no Kuni, ya que estoy, personalmente es uno de los mejores RPG que hay actualmente para PS3 y a mí me recuerda más a juegos como Dragon Quest VIII o Final Fantasy XII en cuanto a la exploración y el sistema de combate, aunque es muy probable que la idea venga de Pokémon o Jade Cocoon o cosas así. Muy fan de Ni no Kuni, en resumen.

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